O juiz Baltazar Garzón foi hoje suspenso de funções. Os grupos de extrema-direita venceram, conseguindo que o Supremo Tribunal o colocasse no banco dos réus, acusado de «prevaricação» por se ter considerado competente para investigar os crimes do regime de Franco.
O juiz, que ficou famoso pela emissão de uma ordem de prisão contra o ditador Augusto Pinochet e pela condução de grandes investigações contra a ETA, os GAL ou a Al-Qaeda, entende que os crimes praticados durante o franquismo se tratam de «crimes contra a Humanidade» e, logo, nunca prescreveram - nem mesmo à luz da lei da amnistia aprovada pelo governo espanhol em 1977.
O El País dedica uma página online ao caso, onde se pode ver a gravação vídeo do momento em que o super-juiz abandonou a Audiência Nacional. De lágrimas nos olhos, sendo abraçado por funcionários judiciais, e ouvindo um grupo de populares gritar: «Garzón, amigo, o povo está contigo!»
1 comentário:
Cuando me enteré sentí algo parecido a lo que siente uno cuando ve una película vulgar. Esa sensación, cuando el final te resulta obvio que te trae de nuevo al sillón y a la verdadera dimensión de otra película más.
Llevo respirando este aire algunos años, casi muchos o casi no, en todo caso los suficientes para saber que España no existe.
Os podrá resultar extraña la afirmación pero, así lo veo, así lo siento, así sienten los que aquí han nacido y, seguramente, los que han dado la vida defendiendo lo contrario, también lo sentían.
Lo que paso con Garzón, solo tiene cabida en este País (se trata del adjetivo mas parecido que he encontrado), ese donde se entierra una guerra civil y 36 años de dictadura fascista con una Ley de amnistía, colocando en el mismo saco víctimas y verdugos.
Si no llevara algunos años, casi muchos o casi no, por aquí, el no entender una cuestión de estado me llevaría a tentar entender el porque de tal cosa.
En España, la cosa no funciona así.
Existen unas cuantas Españas y unas cuantas otras realidades nacionales que me trascienden.
Garzón subestimó esas Españas y esas, o otras, realidades nacionales.
Lo correcto y razonable en cualquier otro lugar, en España lo es, casi.
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